Una eliminación más para la colección

Ante Argentina, Perú mostró una de sus mejores caras

Perdimos ante Uruguay y Venezuela y chau Brasil 2014. Forma parte de la naturaleza de nuestra Selección despedirse de la pelea por llegar a un Mundial. Los uruguayos nos dieron la estocada final y me invitó a pensar en si vale la pena o no, ‘emocionarse’ con cada proceso eliminatorio y soñar con una clasificación que se volvió en toda una utopía.

Tengo 27 años de edad y soy un apasionado por cada Mundial de Fútbol. Mi primer recuerdo es Estados Unidos 94 con Brasil como campeón, pero el que más disfrute fue Francia 1998 con Zidane en su máximo esplendor. Madrugué en el 2002 con Corea-Japón y en Alemania 2006, me sorprendí con el título de Italia como el de España en Sudáfrica 2010.



¿Sabes que es lo común en todo esto? No he podido ver en estos Mundiales a mi país, al Perú que tanto nos vendieron como un país futbolero, de toque exquisito, de jugadores con mucha calidad y demás ‘carnecita’ que la prensa deportiva se encargó de vendernos sin mediar las consecuencias posteriores.

Y claro que cansa ver como cada cuatro años, tenemos que morder el polvo de la derrota y seguir viviendo del pasado, como mi papá que no se cansa de decirme que se maravilló con el trío formado por Velásquez, Cueto y Cubillas en Argentina 1978. ¿Por qué no puedo ver a Farfán, Pizarro y Guerrero en Brasil 2014? También me habla del Perú – Bulgaria en México 70 y que con mucho amor propio, se le volteó el partido a los búlgaros para un triunfo memorable en territorio azteca.

Y ¿por qué yo no puedo ver a Perú voltearle con garra y corazón un partido a Bélgica en Brasil 2014? ¿Por qué el destino se resiste a que mi generación se resista a ver los colores de mi bandera en la máxima fiesta del fútbol?

Diagnosticar el mal es un tema ya redundado. Que Burga, que el problema es el entrenador, que los jugadores y hasta la propia prensa.  En realidad, cada sector tiene su responsabilidad, pero yo quiero hacer hincapié en algunos medios que mucho han inflado una ilusión vana, que juegan mucho con las ansias del hincha por clasificar a un Mundial y las pruebas son visibles: Tras la Copa América 2011 y el tercer lugar logrado, tanta fue la algarabía que muchos nos dieron un lugar entre los clasificados al Mundial de Brasil. O el buen desempeño de la Sub 20 que motivó el llamado de algunos jugadores como Yordy Reyna y Christian Benavente al seleccionado mayor y los pintaron como los auténticos rostros del futuro de nuestro país.

Asi de pequeños somos en Sudamérica

¿La dirigencia? Claro que es responsable. Vivimos entornillados en dos personajes como Nicolás Delfino y Manuel Burga desde más de 20 años y los resultados son escasos. Un fútbol de Primera División absolutamente quebrado, una Segunda División desordenada de por vida, una Copa Perú totalmente bochornosa y sin organización definida. Y por si fuera poco, papelones en los torneos internacionales y a nivel de Selección, no logramos hilvanar un proceso bien llevado sea en mayores o menores.

Lógicamente, al ver la inercia dirigencial en este caso de Burga, lo más fácil es pedir su renuncia, pero ahí no acaba el problema. Quien lo suceda en el cargo no da garantía de un cambio en el proceso (podría ser peor incluso). Lo que pasa aquí es que no hubo nunca ambición por trabajar seriamente. Se hablan de los menores, pero de qué trabajo hablamos si clubes de Primera o Segunda traen extranjeros que no marcan la diferencia y relegan a los chicos sin un organismo como la Federación que se ponga fuerte y los obligue a trabajar con sus canteras y no optar por ‘estafas’ del exterior.

¿El comando técnico? Si, puede tener responsabilidad. Hace 32 años que no vamos a un Mundial y han pasado más de 10 entrenadores; algunos llegaron al jugador, otros pasaron sin pena ni gloria. Centrándonos en Sergio Markarián, de repente pudo haber mejores en el compromiso tan requerido por años de parte del jugador, pero también tuvo errores marcados que nos costaron el pasaje al Mundial. Sin embargo, se destaca que se respete el proceso y si se sigue con este comando técnico para el proceso de Rusia 2018, será un acierto.

Los créditos llegaron a su fin

Soluciones a la vista es difícil concretar. Fácil es hablar pero difícil es moverse o trabajar. Muchos hablan de que debemos explotar las divisiones menores  pero desde hace mucho tiempo eso es un cuento. ¿Se acuerdan de ‘Los Jotitas’ que jugaron el Mundial Sub 17 en 2007? ¿Qué pasó con ellos? Ninguno integra la lista de convocados en el proceso de Markarián. Se vendió humo con ellos, se le asignaron responsabilidades a chicos de 16 o 17 años sin prepararlos psicológicamente ante la fama, pero lamentablemente todo se lo llevó el río.

Y lógicamente, y es algo que lleva muchos años, en el deporte peruano no se trabaja con psicólogos. Lamentablemente no se prepara a nadie para trabajar la mente a nuestros deportistas y en el caso del fútbol es muy notoria esa falta. Muchos jóvenes son víctimas de la indisciplina producto de su ‘falta de cabeza’ y preparación a la vida y tengo entendido, no hay un proyecto claro para trabajar en ello.

Nuevamente cito a mi papá y la ‘suerte’ que tuvo de ver a Perú en un Mundial. Total, él pudo ganarse con tres participaciones mundialistas y ver todos los partidos por TV. Se sorprende mucho cuando ve toda la parafernalia actual que no existía en los 70 y principios de 80. Lógicamente, lamenta esta nueva eliminación, pero lamenta aún más no sentarse a ver junto a sus hijos, un partido de Perú en Brasil y eso a mí me molesta más que la misma eliminación de la Selección.